El arte hoy básicamente se instala, y no meramente se exhibe. La instalación es la ocupación activa de un lugar. El arte se instala principalmente en los espacios a él dedicados (museos, centros, fundaciones o galerías) mediante cualquier clase de artefacto producido o recogido y de actuación; pero también se instala en espacios naturales, mediante las intervenciones del land art, y en las ciudades, con objetos, imágenes o proclamas verbales.
Villa. R. de la (1998). Guía del usuario de arte actual (págs. 24-25). Tecnos.
Entendemos por instalación escultórica el género artístico que trata sobre la relación entre el objeto artístico y el espacio que este ocupa y con el que se establece un diálogo indisoluble.
Obviamente, esta relación entre escultura y contexto no es nueva, la mayoría de las obras clásicas fueron creadas para espacios concretos. Es el caso, por ejemplo, de las estatuas de leones que custodian y nos dirigen hacia la entrada al templo de Karnak (2200-360 a. C.) en Luxor, Egipto; o el de las cariátides griegas del Erecteion (421-406 a. C.) de la Acrópolis de Atenas, que funcionan como elemento constructivo arquitectónico. También vemos otro ejemplo en el David (1501-1504) de Miguel Ángel Buonarroti, que fue inicialmente realizado como ornamento arquitectónico para Santa María del Fiore de Florencia.
Pero la práctica de la instalación escultórica entendida como tal surge alrededor de los años sesenta del siglo XX en el arte occidental, por lo que coincide con la crisis del monumento, el desbordamiento de los límites de la escultura y la pérdida del pedestal; momento en el que se expande y amplía, en consecuencia, la relación del objeto con el espacio y con el propio espectador. Esta nueva forma de expresión artística trabaja tanto con el objeto como con el espacio que habita y con el que establece una relación total de la que depende, incluso, su razón y concepto.
Esta práctica se ha ido desarrollando y ampliando desde entonces, a la vez que se han ido difuminando los límites entre las diferentes disciplinas artísticas con las prácticas del minimalismo, del arte conceptual, del arte ecológico y del arte de acción, entre otras, hasta llegar a consolidarse en los años ochenta. Esta práctica instalativa fue fomentada además por la posición crítica de los artistas frente al mercado del arte, que comenzó a finales de esa misma década y que trajo consigo un incremento del interés por el concepto en detrimento del objeto.
Aunque el término instalación artística es un concepto que aparece como tal en los años noventa, podemos ver en el artista Kurt Schwitters uno de sus precursores, concretamente, en su obra Merzbau (1933). El artista alemán comenzó a convertir las seis habitaciones de su casa en Hannover en obras de arte arquitectónicas. Schwitters fue transformando los espacios de forma gradual, entre 1923 y 1933, añadiendo materiales de diferente naturaleza que generaban una obra tridimensional totalmente dependiente del espacio.
Existe una denominación alternativa a instalación artística, que es el concepto de enviroments, término anglosajón que fue utilizado por primera vez por el artista estadounidense Allan Kaprow, a finales de los años cincuenta, para describir algunas de sus obras de gran escala, tales como Yard (1961) o Fluids (1967), por su capacidad de transformar el espacio. Mientras que en Yard el artista ocupa un espacio con un montón de neumáticos de coche, en Fluids, llevará a cabo un happening con la colaboración de un grupo de personas que construyen con bloques de hielo una edificación rectangular. Tras los efectos del sol y del aire, esta construcción de carácter efímero desaparece; no obstante, la acción ha sido realizada de nuevo en otros contextos como la terraza de la Neue Nationalgalerie de Berlín en 2015.
Fluids de Allan Kaprow (1967)
Fuente: http://www.allankaprow.com/about_reinvetion.html
Como vemos en estos dos ejemplos, los espacios en los que se interviene pueden ser interiores o exteriores. En el interior se utiliza cualquier espacio (el muro, el techo, el suelo), mientras que en el exterior, cuando las intervenciones suceden en el espacio público, pasan a llamarse arte público; cuando la instalación sucede en plena naturaleza, se llama land art. Como se irá viendo en la asignatura de escultura, cada uno de estos conceptos se van complejizando en sus debates a lo largo del s. XX hasta nuestros días.
Cuando la instalación escultórica se relaciona intrínsecamente con el espacio que habita, recibe el nombre de site specific, que se define como ‘aquella expresión artística realizada por y para un espacio específico concreto’.
El medio artístico utilizado puede ser diverso, y se pueden relacionar también recursos dentro del campo de la pintura, de la escultura, el video, el sonido e incluso la performance. No debemos olvidar que algo característico de esta práctica es que se trata de una experiencia tridimensional para el espectador, es decir, puede activar su cuerpo y su percepción del espacio mediante la combinación de medios, de la interactividad y de otros elementos inmersivos. Por todo ello, para muchos la instalación está relacionada con la noción de Gesamtkunstwerk, destinada a transformar la experiencia del espectador activando todos sus sentidos.
Gesamtkunstwerk es un concepto de origen alemán que puede traducirse por ‘obra de arte total’. Esta idea se atribuye a Richard Wagner y se refiere a la obra de arte en la que confluyen diferentes disciplinas, como la poesía, la pintura, la escultura, la poesía, la arquitectura y la danza. Se refiere, por otra parte, a la experiencia multisensorial y a la obra de arte interdisciplinar que aúna diferentes artes y, en consecuencia, diferentes modos de percepción, observación y emoción para el espectador.
Las instalaciones pueden ser de carácter permanente, como es el caso del proyecto Untitled de Dan Flavin para la iglesia de Santa María en la Chiesa Rossa en Milán (1996), o de carácter temporal como Letters of Thanks (2017) de la artista Chiharu Shiota en el Kunsthalle de Rostock en Alemania.
Además, la intervención escultórica posibilita al receptor la percepción de un mismo lugar de un modo diferente según los elementos del espacio sobre los que haya intervenido el artista. Este es el caso de la sala de las turbinas, Turbine Hall, de la Tate Modern en Londres. Este espacio ha albergado instalaciones de carácter temporal como The Weather Project (2003), del artista danés Olafur Eliasson (ver también la ficha energía), o Shibboleth (2007), de la escultora colombiana Doris Salcedo, entre otros.
The Weather Project consiste en una figura circular que irradia una luz muy potente y que nos recuerda al sol. La luz inunda toda la sala y la transforma ofreciendo al espectador una experiencia inigualable.
The weather project de Olafur Eliasson (2003)
Fuente: https://olafureliasson.net/archive/artwork/WEK101003/the-weather-project
En la misma sala de la Tate de Londres, unos años después, interviene Doris Salcedo. Esta vez la artista se fija en el suelo, donde crea una serie de grietas artificiales por las que caminan los visitantes. Estas dos intervenciones son dos ejemplos de cómo el espacio se percibe de forma diferente dependiendo del modo en el que se intervenga en el mismo.
Por otra parte, en nuestro país debemos destacar un espacio expositivo que se entrega a la práctica de la instalación artística, es El Palacio de Cristal en Madrid, sobre todo usado para propuestas de instalaciones de artistas como Kimsooja. En su obra Respirar (2006), la artista coloca espejos en el suelo, lo cual, además de duplicar el espacio del palacio como si fuese el agua de un lago, provocó reflejos de colores que proyectaban el arcoíris desde las ventanas. O, en el caso de Eva Lootz, con La lengua de los pájaros (2002), una instalación sonora y objetual donde los protagonistas son unas jaulas-altavoces por las que salen sonidos de pájaros grabados con la ayuda de ornitólogos e instalados sobre un cono de arena de grandes dimensiones.
Por otra parte, las instalaciones pueden tener un carácter posperformático cuando lo que se muestran son los objetos o las situaciones resultantes de una acción artística; es el caso de My Bed (1998), de Tracey Emin. La artista inglesa trasladó su cama y diversos objetos que había acumulado en su dormitorio de Waterloo, tras un periodo de depresión, al espacio expositivo de la Tate Gallery en Londres. La obra hacía referencia al acto íntimo de dormir con alguien y mostraba todos los objetos usados y acumulados durante las últimas semanas. Emin consideraba este hecho una acción artística, por lo que decidió trasladarla al espacio expositivo.
Bibliografía recomendada
Brea, J. L. (1996). «Ornamento y Utopía. Evoluciones de la escultura en los años 80 y 90» (núm. 4, año IV). Arte, proyectos e ideas. Universidad Politécnica de Valencia – Vicerrectorado de Cultura, Mayo de 1996. https://datospdf.com/download/marina-pastor-fia-escultura-sxx-2-jose-luis-brea-ornamento-y-utopia-_5a44a848b7d7bc422b7f145c_pdf
Krauss, R. (2002). «La escultura en el campo expandido». En: Hal Foster. La Posmodernidad. Barcelona: Kairós. https://visuales4.files.wordpress.com/2011/08/rosalind-krauss-la-escultura-en-el-campo-extendido.pdf
Maderuelo, J. (1994). La pérdida del pedestal. Madrid: Círculo de Bellas Artes. http://www.uabierta.uchile.cl/c4x/Universidad_de_Chile/UCH_11/asset/Maderuelo1994.pdf
Otros enlaces de interés
https://www.theartstory.org/movement-installation-art.htm
Más información sobre las obras descritas
https://imagejournal.org/article/empty-bed-tracey-emin-persistent-self/
https://olafureliasson.net/archive/exhibition/EXH101069/the-weather-project