En el campo de la escultura definimos escala como la relación entre el tamaño de un objeto y su modelo o representación, o la relación matemática que existe entre la escultura y el objeto que esta representa.
Antes de realizar una escultura a escala de un objeto, debemos tener en cuenta algunas cosas que nos ayudarán a que el resultado sea más preciso. Primero, tenemos que decidir qué tamaño queremos que tenga nuestra escultura. Según la relación que se establece entre la escultura con su referente, podemos distinguir tres tipos de escala: de reducción, de ampliación y real. En la escala de reducción, la escultura es menor que el objeto que representa y, según el valor matemático aplicado, se escribe por ejemplo: 1:2 (una medida de nuestra escultura corresponde a dos medidas del objeto real, es decir, es la mitad) o 1:200 (una medida de nuestra escultura corresponde a 200 medidas del objeto real, es decir, es 200 veces más pequeña). En la escala de ampliación, la escultura es mayor que el objeto que representa, por ejemplo 2:1 (es decir, es el doble de grande) o 200:1 (es 200 veces más grande). En la escala real, las medidas de la escultura y de su referente son las mismas y se escribe como 1:1.
En el dibujo y en la talla escultórica es posible trasladar un elemento a otra escala por medio de una cuadrícula. La técnica consiste en dibujar una trama de cuadrados equidistantes sobre el elemento que se va a reproducir, y dibujar el mismo esquema en la superficie sobre la que se quiere plasmar el motivo con medidas apropiadas al formato elegido que mantengan las mismas proporciones. Los elementos de referentes que entren en cada cuadrícula serán trasladados a la cuadrícula dibujada sobre el soporte material elegido, de esta manera, servirán de referencia para mantener la proporción entre ellos. Existe otra técnica de reproducibilidad relacionada con la de la cuadrícula: el canon de ocho cabezas, que tiene que ver con la reproducción proporcionada de la figura humana puede siguiendo, en el papel o en el bloque a esculpir, un patrón de una división de ocho líneas paralelas equidistantes, cada una de las cuales tiene el tamaño de la cabeza.
Algunos artistas han optado por trabajar agrandando los objetos a los que se refieren. Este es el caso del escultor de origen sueco Claes Oldenburg, que realiza réplicas a gran escala de objetos cotidianos en el espacio público. En su obra Pala, que se encuentra en el jardín del Museo Serralves en Oporto, vemos una pala de jardinero gigante que ha acabado por convertirse en icono del museo. La intención del artista es buscar la monumentalización del objeto cotidiano, de esta forma, realiza una crítica a la idea del objeto de consumo como fuente de adoración y sublimado por una sociedad obsesionada con la posesión de objetos.
En el caso de la escultura La araña gigante de Louise Bourgeois, la artista opta por incrementar hasta medidas monstruosas un animal tan pequeño como la araña. Con este cambio de escala, la escultura pasa a convertirse en un espacio arquitectónico capaz de albergar a las personas en su interior. En este caso, la araña está hablando de la sensación de Bourgeois de estar atrapada en la cárcel que forman sus patas y que representan la sobreprotección de una madre normativa (ved también la ficha dentro-fuera).
El efecto de extrañamiento conseguido es conocido como agigantamiento o incluso monstruosidad, como en el caso de las figuras humanas realizadas por el australiano Ron Mueck. El escultor reproduce cuerpos humanos con un hiperrealismo increíble. Sus esculturas llegan a parecerse tanto a personas reales que pueden incluso confundirse con ellas, pero son realmente impresionantes cuando cambian de escala ya que sorprenden por su monstruosidad. Es el caso de Chico (2000), que representa un niño acurrucado.
¿Qué sensación produce un cuerpo en esa posición de indefensión y vulnerabilidad realizado a gran escala?
Cuando se cambia el tamaño de un objeto en la modificación de su escala, lo que permanece es la relación entre sus medidas, por lo que la forma no cambia, únicamente su tamaño final. Pero si por el contrario se altera alguna de estas medidas, entonces el objeto aparecerá deformado. Esto pasa con la serie de esculturas realizadas por Jaume Plensa, en la que se alteran algunas dimensiones de los rostros para que solo un único punto de vista posibilite la correcta visualización proporcionada de las cabezas.
Sobre las sensaciones del espectador, podemos decir que son diferentes, según el objeto sea mayor o menor en relación con la escala humana. Cuando el tamaño de la obra es mayor respecto a la escala humana, el espectador se siente pequeño y, por lo tanto, abrumado por el tamaño de estas piezas; mientras que cuando se trabaja con una escala más accesible con las manos, nos transmite una sensación de intimidad. Al artista le sucede algo semejante: si la obra tiene un tamaño manipulable, entonces podrá realizarse normalmente con una infraestructura de trabajo pequeña; mientras que si se trata de un gran formato, entonces será necesario recurrir a un procedimiento de proyección y de producción más complejo.
Por otra parte, si la escala se define según los diferentes referentes de nuestro entorno, podemos distinguir tres tipos de escalas: si está en relación con las proporciones del cuerpo humano, se denomina escala antropocéntrica; si está en relación con el planeta, la llamamos biocéntrica; y si entra en relación con el universo, recibe el nombre de escala cosmocéntrica.
En los procesos previos a la construcción de una escultura de gran formato podemos hacer uso de la maqueta. Las maquetas son objetos pequeños, diseñados en proporción al objeto proyectado, que nos sirven de simulación y presentación formal para lo que será la obra definitiva. Este objeto de menores dimensiones ayuda al artista a hacer física su idea, y al espectador a imaginar cómo sería este objeto al convertirse en real. La elaboración de maquetas es también un ejercicio muy útil para poder calcular los gastos de producción de la obra definitiva. En algunos casos, las maquetas son tan precisas y preciosas que se convierten en pequeñas esculturas, como en el caso del escultor mexicano de origen alemán Mathias Goeritz, que realizaba piezas en metal o en madera policromada para varios de sus proyectos de escultura urbana. Hoy en día se contemplan como verdaderas esculturas de pequeño formato.
Bibliografía recomendada
Dondis, D. A. (2015). La sintaxis de la imagen. Madrid: Gustavo Gili. https://jenydreher.files.wordpress.com/2013/06/dondis-la-sintaxis-de-la-imagen.pdf
Lidwell, W. (2005). Principios universales del diseño. Madrid: Blume. https://chaidancu.firebaseapp.com/17/Principios-Universales-Del-DiseÑO.pdf
Duque, F. (2001). Arte público y espacio político. Arte y estética. Madrid: Akal. https://books.google.de/books?id=oNle2Jtq_UYC&pg=PA154&lpg=PA154&dq=pala+%2B+oldenburg&source=bl&ots=WrsfAojv¡7&sig=ACfU3U0KMrlSY95F BuleCQDs5R0txaaw&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEw¡65L Qp-3hAhX¡6OAKHbt1D¡oQ6AEwEHoECAkQAQ#v=onepage&q=pala%20%2B%20oldenburg&f=false
Otros enlaces de interés
http://www.tenttoi.com/como-calcular-la-escala-de-tu-escultura-y-sus-medidas/
https://creacionesjohan.wordpress.com/2016/03/12/calcular-la-escala-de-tu-escultura/
https://es.w¡k¡ped¡a.org/w¡k¡/Máqu¡na_de_sacar_puntos
Más información sobre las obras descritas
https://www.tate.org.uk/art/artworks/bourgeois-spider-al00354