El grafito es un mineral negro y lustroso formado por carbono cristalizado que deja un trazo gris y brillante. Se encuentra en la naturaleza, pero también se puede fabricar de manera artificial.
Podemos encontrarlo en barra, en lápiz (recubierto o no de madera) o portaminas.
Descripción
El lápiz tiene una tradición mucho más reciente que, por ejemplo, el carboncillo.
Los egipcios y romanos utilizaban un palo fino con plomo para grabar palabras en los papiros.
En 1564 se descubrió un gran depósito de grafito en Seathwaite Fell, cerca de Borrowdale, Inglaterra. Los lugareños empleaban las láminas de grafito para marcar sus ovejas. Equivocadamente se pensó que era un depósito de plomo y por eso el grafito recibió el nombre de plumbago (relacionado con plumbum, «plomo» en latín). Incluso en la actualidad la mina de un lápiz se denomina lead (plomo) en inglés, aunque no contenga nada de plomo).
En el siglo XVII se fabricarían los primeros lápices con una forma parecida a la actual.
Diferentes hipótesis sitúan la invención del lápiz como lo conocemos actualmente en Francia, con Nicholas Jacques Conté, en Austria con Joseph Hardtmuthy, y en Italia con Simonio y Lyndiana Bernacotti a mediados del siglo XVIII.
En 1812, el estadounidense William Munroe crearía la primera fábrica de lápices en Concord, Massachusetts.
El grafito se clasifica en función de la dureza de la mina, si se trata de lápiz o el grafito en barra. Si se trata del portaminas, en función del diámetro de la mina. El componente principal de la mina es el grafito mezclado con arcilla y un poco de cera. Cuanta más arcilla contenga la mina, más duro será el lápiz, y cuanto más grafito contenga, más blando será y más negro dibujará. El sistema europeo utiliza la H (hard en inglés) para definir la dureza, la B (black en inglés) para definir el grado de oscuridad, y la F (fine en inglés) para la finura. Según este sistema, los lápices de gama blanda van del 9B (el más blando y negro) al B; los de gama media son el HB y los F, los de gama dura, que van del H al 9H.
En barra
Grafito puro en barra para trabajar grandes superficies. Por lo tanto, más por manchas que por líneas.
Lápiz
Podemos encontrarlos recubiertos de madera o puros. A diferencia de la barra, con el lápiz tenemos mucho más control. Es más idóneo para líneas. Se afila la punta con un sacapuntas.
Portaminas
Utensilio que consiste en un tubo hueco de plástico o de metal con minas recambiables en su interior y con un mecanismo que permite hacerla avanzar. Se utiliza para trabajos más bien precisos, y es un instrumento habitual en el ámbito del diseño, la ilustración e incluso en la oficina. En dibujo se emplea a menudo entrecruzando muchas paralelas para generar tramas, a modo de un grabado calcográfico.
Aplicaciones / Usos
Se suele utilizar un papel de grano fino para los lápices duros y grano grueso que retenga bien el pigmento para los blandos.
Sobre todo, cuando acabamos de trabajar con la gama blanda, es recomendable fijar el trabajo usando aerosol. Otra alternativa, no tan efectiva, es colocar un papel protector sobre el trabajo, asegurándose de que queda bien fijo, ya que si el papel protector tiene movimiento el grafito se correrá.
El lápiz permite tener más control que el carboncillo y se acostumbra a usar sobre superficies relativamente pequeñas. Por ejemplo, desde un formato A6 a un formato A3. A partir de un A2 es recomendable utilizar un material que cubra la superficie más rápidamente, ya sean carboncillos, cretas o barras de grafito.
Es importante evitar en ella los golpes y las caídas, ya que provocan la ruptura de la mina en el interior del lápiz. También es recomendable adquirir protectores para la punta de los lápices, especialmente si nos gusta guardarlos afilados o mantener el estuche limpio.
Otras referencias / Para saber más
Links
http://detripas.blogspot.com.es/2014/02/
https://youtu.be/Z_N5TsK5l5o
Links vídeos
https://youtu.be/kWLxAugzOzU