Papeles artesanos

Autora: Mireia Cebrian

La revisión de este material docente ha sido coordinada por la profesora: Amalia Creus (2019)

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Temática

Hoja delgada confeccionada con pulpa de celulosa obtenida de fibras vegetales molidas suspendidas en agua, generalmente blanqueada, y posteriormente secada y endurecida.

Descripción

El soporte más antiguo para la escritura es el papiro, inventado por los egipcios hace cinco mil años, un vegetal muy abundante en las riberas del río Nilo. Sin embargo, será en China donde se fabrique por primera vez lo más parecido al papel que hoy en día conocemos. Después de la introducción del pincel de pelo, se sustituyeron los soportes tradicionales, bambú o tiras de madera, por nuevos soportes a partir de residuos de tela, seda, paja de arroz o el cáñamo, inclusive el algodón. El método consistía en mezclar diferentes tipos de fibras, machacar la mezcla hasta conseguir la completa separación de las fibras, y luego disponerlas sobre un molde rectangular poroso, prensándolas para separar el agua y conseguir la unión solidaria de las fibras. Se considera tradicionalmente que el primer proceso de fabricación del papel fue desarrollado por Cai Lun, consejero del emperador He en el siglo II a. C. Durante unos quinientos años, su fabricación estuvo limitada a China. En el siglo VII se introdujo en Japón y a mediados del VII en Asia central, hasta llegar a manos de los musulmanes, quienes, en su expansión por Asia Menor y el norte de África, fueron introduciendo el papel en sus dominios y mejorando la técnica. La entrada del papel en Europa se produjo en el siglo VIII, con la invasión árabe de España.

A partir de esas fechas, la importancia del papel en toda Europa como medio de comunicación y expresión fue en espectacular aumento, por lo que el pergamino (pieles tratadas de animales), sucesor del papiro, cayó inmediatamente en desuso. La expansión del papel por Europa siguió por Francia, país que se convirtió en gran productor y exportador, y por Alemania.

El auge productivo de papel fue más rápido que el proceso de trabajo de los escribientes. Por eso mismo es interesante mencionar que la invención de la imprenta fue posible solo por la existencia y exigencia del papel de nuevos métodos de reproducción más rápidos.

En el siglo XVI la técnica del papel se introduce en Inglaterra, y en el año 1680 se funda la primera fábrica de producción de papel en el continente americano, en Culhuacán, México, de la mano de los españoles.

Hacia el año 1720 el francés Ferchault de Reaumur sugirió que podría utilizarse la madera como fuente de fibras vegetales para la confección del papel. Otro de los inconvenientes existentes, de nuevo la lentitud en la fabricación de papel, fue resuelto a finales de siglo, cuando apareció la primera máquina de producción continua de papel, inventada por Nicholas Robert y comercializada por los hermanos Fourdrinier. A partir de ese momento la velocidad de obtención de papel aumentó considerablemente, y la automatización de todas las tareas fue un hecho en la mayor de las fábricas papeleras; así se pudieron obtener grandes bobinas de papel en un proceso en cadena continuo, el cual era fácilmente transportable.

Durante todo el siglo XX, los métodos de obtención de papel no han sido modificados sustancialmente, pero sí la eficiencia, costo y el respeto al medio ambiente de los mismos, gracias al gran avance en nuevos materiales y optimización de los procesos (recuperación energética, recuperación de reactivos, cogeneración…).

Existe una gran cantidad de papeles con características muy diferentes; se pueden clasificar de múltiples maneras: papeles sueltos o agrupados en blocs, según la técnica que se emplee, seca o húmeda, según su gramaje…

En primer lugar, haremos un repaso de algunas características que nos pueden ser útiles para conocer qué tipo de papel nos conviene para un determinado proyecto:

Absorbencia: La capacidad de un papel para absorber líquidos como el agua. Los papeles artísticos para técnicas húmedas tienen una mayor absorbencia que aquellos solo aptos para técnicas secas.

Acidez: El grado de acidez se indica con el coeficiente pH. Aquellos papeles con una reserva alcalina, un encolado de pH neutro superior a 7 son papeles sin ácido, mientras que un coeficiente inferior indica acidez. Los papeles artísticos no contienen ácido, pues este afecta negativamente a la permanencia y estabilidad del papel.

Antifúngico: Otra característica típica de los papeles artísticos, directamente relacionada con su permanencia, es la presencia de fungicidas para proteger el papel de la humedad, con una resistencia alta al moho.

Blancura: Cuando el blanco de un papel es natural, su color es estable y por lo tanto especialmente apto para las bellas artes. Sin embargo, no todas las fibras producen un papel blanco, y su blancura se consigue mediante blanqueantes ópticos que amarillean con el paso del tiempo.

Brillo: El brillo se mide en grados y se suele distinguir entre papeles brillantes, mates o satinados.

Carteo: Se llama carteo a cómo se percibe la combinación de sonido y tacto de un papel al ser agitado.

Durabilidad: La durabilidad define la capacidad de un papel para aguantar el uso intenso, continuo y prolongado para su función de destino. No debe confundirse con la permanencia, pues un papel puede tener durabilidad alta y permanencia baja y a la inversa.

Encolado: Para reforzar la unión entre las fibras y las cargas minerales y modificar ciertas características del papel se añaden encoladuras. Las encoladuras pueden mezclarse junto con la pulpa del papel durante el proceso de fabricación de las hojas o extenderse por encima de su superficie una vez que las hojas están secas. De la calidad del encolado depende la penetración de una tinta (si traspasa a su trasera o no), el desprendimiento de fibras durante el uso del papel, etc.

Espesor: El grosor o espesor de un papel se mide en micras. Esta medida en relación con el gramaje indica la densidad de un papel.

Gramaje: El gramaje mide el peso del papel. En buena parte del mundo esta cantidad se expresa en gramos por metro cuadrado.

Grano: El grano describe la rugosidad de la superficie de un papel. Los grados más comunes son: grano grueso, medio, fino y extrafino.

Opacidad: Por lo general un nivel de opacidad alto y homogéneo visto al trasluz indica que se trata de un papel de alta calidad, aunque también existen papeles en los que se busca la transparencia.

Materia prima: La materia prima, la calidad de las fibras empleadas en la fabricación del papel, es la característica que más afecta al resto de propiedades: su calidad, aspecto, resiliencia, perdurabilidad, etc.

Orientación de las fibras: Durante la fabricación del papel, las fibras se ordenan en una dirección. Es muy fácil reconocer en un papel de periódico o en un folio la orientación de las fibras al rasgarlo. Si se ha rasgado en una línea relativamente recta y con facilidad, esa es la misma dirección que siguen las fibras. Las ondas de un papel al mojarse con una técnica húmeda también siguen la dirección de las fibras.

Permanencia: La diferencia entre la permanencia y la durabilidad es que la permanencia se refiere al mantenimiento de las propiedades iniciales del papel tras periodos largos de tiempo. Tiene más que ver con su conservación y almacenamiento.

Resiliencia: La resiliencia es la capacidad de un papel para recuperar su forma original después de haber sido deformado.

Rigidez: La rigidez es la capacidad de un cuerpo para soportar un esfuerzo sin deformarse. En el caso de los papeles, por ejemplo, un papel rígido es aquel poco flexible y difícil de doblar.

Tamaño: Los formatos DIN A son algunos de los tamaños de papel más usados en el arte y las artes gráficas. Dependiendo del país, se usan unas medidas o formatos diferentes; la mayoría de los países europeos utiliza el mismo sistema, el ISO 216, sistema implantado para normalizar los tamaños (International Organization for Standardization, ISO).

Aplicaciones / Usos

Aunque algunos papeles no son recomendables para determinadas técnicas, también es cierto que el artista, en muchos casos, hace caso omiso a las recomendaciones. A continuación, y puesto que viene acompañada de para qué se emplean, presentamos una pequeña clasificación de algunos de los papeles más utilizados en el ámbito creativo:

Papel de seda (papel crepé): Es un papel muy fino y suave, de peso ligero. Se presenta en pliegos de distintos tamaños, múltiples y brillantes colores. Muy utilizado en manualidades, envoltorios, etc. De poca resistencia, fácil de manipular. Hecho de fibras de celulosa reciclada.

Papel cebolla: Similar al papel de seda, algo más resistente, traslúcido y muy fino que sirve principalmente para calcar y copiar. También utilizado en manualidades.

Papel verjurado: Tiene una textura acanalada por su proceso de fabricación (actualmente esta textura es una imitación de la antigua). Muy utilizado por los artistas como soporte de dibujos al carboncillo y lápiz graso por su superficie rugosa, aunque se utiliza para todo tipo de impresos, sobres, tarjetas… de cierta calidad. Tiene un tacto semirrugoso, es mate y se presenta en pliegos grandes con la marca de agua de los diversos fabricantes.

Papel Kraft: Es muy resistente y relativamente barato. Se elabora a partir de una pasta química al sulfato (de maderas de coníferas).

Se presenta en color crudo o blanqueado. Se utiliza para la elaboración de bolsas, sobres y papel para envoltorios de todo tipo de materiales.

Papel de estraza: Es un papel de tacto y aspecto más basto que el papel Kraft que lo ha sustituido en la actualidad. Se fabrica normalmente con papel recuperado.

Papel secante: El papel secante tiene su origen en un error, al no añadir la cola correspondiente en el proceso de fabricación del papel, obteniendo un papel poroso con la propiedad de absorber rápidamente un líquido. Se aprovechó esta particularidad y pasó a utilizarse para absorber el exceso de tinta que las plumillas metálicas dejaban de forma irregular al escribir, así como para secar el exceso de agua del papel sobre el que se estampará un grabado.

Papel permanente: Un papel que puede resistir grandes cambios físicos y químicos durante un largo período (varios cientos de años). Este papel está generalmente libre de ácido, con una reserva alcalina y una resistencia inicial razonablemente elevada. Tradicionalmente, la comunidad cultural ha considerado crucial usar fibras de alta pureza (lino o algodón) para asegurar la permanencia del papel. Hoy día, se considera que se ha de poner menos énfasis en el tipo de fibra y más sobre las condiciones de fabricación. Un proceso de fabricación ácido es incompatible con la producción de papeles permanentes.

Papel de arroz: Fabricado con la médula de la planta Tretapanax Papyferix. Posee una baja densidad, además de una apariencia traslúcida. Para producir el papel se hierve y se descorteza, dejando la parte interna de las ramas totalmente libre. La médula de la planta se presiona contra una superficie dura y plana dotada de cuchillas que la corta en finas fibras que darán la textura al papel.

La constitución y tipo de fabricación del papel le transfieren una alta resistencia.

Su presencia de fibras en el papel le da un aspecto rústico, parecido a las fibras del papiro, aunque el papel de arroz no es bueno para escritura.

Papel japonés (washi): El papel japonés no hay que confundirlo con el papel de arroz. El proceso de elaboración del papel washi es largo y complejo; en su elaboración se emplean diversas fibras vegetales como cáñamo, gampi, kozo, mitsumata, arroz y bambú. El papel washi posee una gran resistencia a pesar de su aspecto ligero y frágil. Es muy empleado en la fabricación de abanicos, sombrillas, puertas e incluso prendas de vestir.

Papel carbón o de calco: El papel de calco o papel carbón es papel fino cubierto con una mezcla de la cera y pigmentos, principalmente negro de carbón, de ahí su nombre. Se utiliza sobre la hoja de un papel ordinario para hacer una o más copias de un documento original.

Papel para grabado, litografía, serigrafía y acuarela: Cada artista elegirá el papel que más se adecúa a la búsqueda de un determinado resultado.

Deben cumplir unos parámetros de calidad y resistencia, ya que serán sometidos a distintos procesos químicos y físicos (presión, tinte, mojado, etc). Sus características fundamentales son la porosidad, la textura y la compresibilidad, o la capacidad de adaptarse a la plancha en el caso del grabado. Un papel no debe estar nunca desposeído de sus cualidades de buena imprimibilidad: no debe ser tan cerrado que pierda el grado permeable necesario en todo papel de estampar, ni tan poroso para que absorba demasiada tinta dejando sin cubrir la superficie. La absorbencia del papel determinará también el grado de fluidez en la tinta, correspondiendo a un fijado más o menos superficial.

Existen muchísimos tipos de papel para estas técnicas, aunque la premisa es que debe ser de algodón (si somos puristas, al cien por cien).

Papel para acuarela: En el mercado existe gran variedad de marcas y calidades. El papel para acuarela se clasifica de acuerdo con su peso o espesor. El peso del papel viene determinado por el peso de una resma (500 hojas). Los gramajes de los papeles de acuarela que existen en España son: 185 g/m2, 200 g/m2, 240 g/m2, 250 g/m2, 280 g/m2, 300 g/m2, 350 g/m2, 356 g/m2, 650 g/m2, 850 g/m2 y algún otro de características especiales.

La mayor parte de estos papeles acuarela se pueden utilizar por las dos caras, teniendo en cuenta que una será más granulada que su reverso. Existen papeles prensados, unos en caliente y otros en frío. Los papeles prensados en caliente dan unas superficies satinadas, suaves, que al usar las acuarelas no absorben bien las aguadas, dejando una impresión opaca y sucia. En cambio, los papeles prensados en frío nos dan una superficie con una textura excelente para la absorción y el flujo del agua, resultando unos bordes y contornos muy bien definidos.

El grano o textura del papel es un factor determinante en la técnica y el efecto pictórico. Las irregularidades del grano dotan de profundidad al tono y color de la acuarela. Los granos más usados son los de grano medio y fino.

Papel gofrado: Recibe esta denominación todo papel que, en su última fase de producción, es sometido a presión entre rodillos con diseños en relieve. Este recurso es el que permitirá transmitir sobre la superficie del papel el dibujo deseado, otorgándole a este una textura singular (ejemplo: papel araña).

A la hora de seleccionar un papel para realizar una obra, debemos ser meticulosos, observando si tiene manchas o arrugas. Debemos mirarlo al trasluz para detectar cualquier anomalía, tara o defecto.

William Rose

Otras referencias / Para saber más

Links
http://dle.rae.es
http://www.aspapel.es/sites/default/files/adjuntos/Doc%20141_0.pdf
http://empastadosdelibros.com
https://www.textoscientificos.com/papel/historia
http://tallerdejuliatorregrosa.blogspot.com.es/2012/01/tipos-de-papel.html
http://www.elinvernaderocreativo.com
http://arte.about.com/od/Critica-De-Arte/fl/Caracteristicas-del-papel.htm

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